Sábado.
Promesa de lluvia en el cielo. Soledad parcial. Una luciérnaga en mi patio dibujo una sonrisa mientras escapa de mi vista.
La última llamada que recibí volvió a dejarme como un villano. El villano.
No hay nada que hacer hoy. Quizá mañana. Enciendo mi laptop y coloco un disco en mi aparato de sonido. Entonces pienso que sería bueno compartir el playlist de lo que escucho. Y lo hago.
1. The great pretender
2. With this ring
3. I´m sorry
4. Washed ashore (On a lonely island in the sun)
5. Only you
6. My prayer
7. Twilight time
8. Harbour lights
9. I love you a thousand times
10. Unchained melody
11. Sleepy lagoon
12. Crying in the chapel
Sí, en esta soledad parcial, The Platters ponen la música.
Otra vez.
Otra vez.
Otra vez...
Mi guitarra sabe que terminaremos acompañando la música en algún momento de la noche. Hasta mi perro lo sabe, y los grillos, pero, por el momento, todos callan. Todos callamos.
La última vez que escuché ese disco completo, había otro corazón palpitando junto al mío, y bailábamos. Hoy, el mío, a penas sobrevive a sus propios latidos.
Promesa de lluvia afuera, en el cielo.
Yo voy a prepararme otro té.
Mi nena duerme, mientras yo espero que mañana sus ojos me alumbren.
A este punto del post, ya escucho The great pretender otra vez, y me parece el mejor momento para terminar.
Hasta luego, y paz.
1 comentario:
no quiero ser malo pero esa música no ayuda mucho en esos momentos melancólicos... te aconsejo algo como Nirvana para esas ocasiones jaja...
salu2 master...
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