¿Dónde están mis película?

No, no me refiero a alguna película que haya filmado, aún no lo hago, al menos no oficialmente. Me refiero a "mis películas", las que nadie, y enfatizo, nadie puede ni debe tocar sin mi autorización!

Resulta que este fin de semana quería recetarme Juno y Gomorra, dos película de mi colección sagrada, por lo que anoche, saque el cajón de películas intocables y me dispuse a sacarlas a la luz.

Para mi sorpresa, no las encontré. Y lo que es peor, faltan más películas de las que considero sagradas.

En cierta ocasión, un personaje al que le presté una película y luego el se la prestó a alguien más y ese alguien más se la prestó a otro conocido y así se fue haciendo de dominio público me dijo: si sólo cuesta un dólar! (con los piratas, claro)

¿Un dólar? —le dije malhumorado. Ese es el valor que le dan los vendedores a las películas, pero, encontrar películas que nadie ve ni le interesa y por ello hay que rebuscarse (esforzarse) para conseguirla en Internet o, de suerte, en alguna venta de películas piratas, eso no tiene valor. Hay películas que aunque cuesten $25, no valen eso, su valor es mayor, mucho mayor.

Mi padre, por ejemplo, se pasó por mucho tiempo buscando The Cowboys y ¡Three Amigos! sin encontrarlas en ningún lugar. A él no le importaba que la primera no fuera una película muy conocida, es una película que tiene un valor especial para él por alguna razón. Tampoco importaba mucho que ¡Three Amigos! sea una película que hayan pasado por televisión abierta hace tiempo. El quería tenerlas en su colección.

Para fortuna de mi padre, y mía, existe el Internet y podemos, con un poco de tiempo, volver a encontrar las películas una y otra vez sin problemas.

La película que le había prestado al personaje que me dijo "si sólo vale un dólar" se trataba nada más ni nada menos de Irreversible, una pieza que dificilmente se encuentra en las ventas de vídeo, sean piratas u originales.

Ese es el punto. Lo que para unos es una simple película, para otros es algo más, siempre es algo más.

Tengo algunos sospechosos en mi lista de posibles secuestradores de mi tesoros, entre ellos incluida mi hija de cinco años a quien le gusta jugar con las películas. También es posible que tenga episodios de amnesia y se la haya prestado a alguna persona pero, en lo que aclaro el asunto, expongo mi denuncia.

Les dejo los cartelitos de algunas de las películas secuestradas:






Se gratificará!

***