( o, mis favoritas al Oscar 2015)
No me escondo. Ved el título.
Boyhood
No es Hollywood. Es cine indie. Un experimento interesante. Una idea. No hay comparación. Por si misma, esta película pesa. Si ha gustado tanto (no solo a mi) es porque el experimento resultó bien: filmar una película no documental durante doce años, convocando a los actores unas pocas horas por año para desarrollar una historia creible cuyo punto de partida es un niño de seis años.
Cine de autor disimulado. Una idea del director manifestandose y seduciendo a todo el equipo a trabajar ciegamente en su desarrollo. Así, si la idea es buena, el director hará quedar bien a todos, y si no, quedará mal solo el director. Pues Richard Linklater logró lo primero.
Entiendo la queja de Fernánda Solórzano, pero se equivoca más de lo que acierta. El experimento de Linklater es único, sin comparación. Boyhood es tiempo, y en el cine eso es continuidad. Si es difícil controlar eso en un rodaje normal, aquí era pasar el Niágara en bicicleta. Da igual si el recurso era filmar tipo documental y usar pocos actores, entre ellos algunos con cero experiencia en cine. La historia tiene continuidad porque la idea de Linklater logro comprometer a los involucrados. ¡Y sin mucho dinero!
Amor al proyecto, al arte.
Quienes ven muy naturalista la puesta en escena menosprecian las actuaciones, pero hay que saber actuar para lograr justamente eso. Es de manual. No es un documental ni un reality. Es ficción. Por eso Patricia Arquette tiene asegurado su Oscar. Ethan Hawke no, pero su actuación es respetable.
Me arrepiento de no haber escrito un post exclusivo de la película, pues personalmente pienso que Linklater puede salir aplaudido mañana. Y su película más.
Sin embargo, Birdman.
Iñárritu se pasó. Al punto de casi convertir esta película en su mejor obra hasta ahora. Casi. Por pocos centímetros. Su puesta en escena también es un experimento. Rodar una película que en pantalla dé la impresión de ser un plano único no solo es un reto al equipo técnico y actores sino también a los guionistas, productores e incluso al público mismo (juego de buscar los cortes). Una idea, otra vez. La idea del director, quien hace un discurso desde su personaje principal, representado magistralmente por Michael Keaton.
Si bien la pelicula trata sobre teatro, no es difícil asociar o descubrir el verdadero mensaje aplicado al cine, a la industria de cine y todo aquello que le rodea.
Keaton, aquel Batman, es el perfecto Birdman. Y bajo la dirección de Iñárritu, su actuación literalmente vuela. Desde Lester Burnham y Randy "the Ram" Robinson, un personaje no tenía tal redención en pantalla. El aplauso es obligado.
Técnicamente bien filmada. Usa todos los recursos disponibles de manera eficiente. Con nota sobresaliente la fotografía y la música. La edición, en este caso, se hizo prácticamente rodando. Otra vez, la palabra clave es continuidad. La continuidad es tiempo. Y la idea de Iñárritu se filmo en un mes. Eso, al ver el resultado, impresiona.
Asoman notables influencias recientes (American Beauty, The Wrestler, Black Swan), más en la composición y presentación del personaje principal que en otra cosa. Además, la más obvia, La Soga, de Hitchcock.
Una gran película. Dirección soberbia.
Pienso en Keaton recibiendo el Oscar, aunque haya otro favorito. Birdman tiene mucho mérito para ser el último nombre nombrado de la noche. Tiene, desde inicio, mucho a su favor. Iñárritu es el único director que puede quitar el Oscar a Linklater. Igual su guión es el único que puede ganar a mi otra favorita:
Gran Hotel Budapest
Pocas posibilidades tiene esta película. No por ser menos que las anteriores sino porque, a diferencia de ellas, no tiene experimentos técnicos ni narrativos como carta de presentación. Y, sin embargo, representa también al cine de autor. Una idea expandida.
Wes Anderson, otra vez.
La continuidad en el estilo de filmación enriquece a esta película. Pensar que estamos frente a una paleta de colores elegida intencionalmente, que seremos sometidos a planos familiares con personajes diferentes y que veremos rostros conocidos presentándose en pantalla, debería parecer monótono o aburrido, pero no lo es. Al contrario, Wes consigue emocionar con su idea. Y esta vez, incluso conmover.
Este debería ser el guión premiado. Monsieur Gustave no necesita de analisis profundos. Es tal como aparece, y como desaparece. Ralph Fiennes fue una elección acertada. Todo el reparto, cual grupo teatral, es un acierto de elección.
Si al final de la noche se eligiera este Gran Hotel como mejor película, y luego para la fiesta, sería lo más fenomenal que pasara; pero el Hotel no existe...
Patricia Arquette y J.K. Simmos son seguros ganadores. No creo que Iñárritu pase a Linklater como director, pero Birdman tiene peso para ser la ganadora de la noche. Eddie Reymande parece haber convencido a todos con su actuación, menos a mi, pero yo no voto. Me gustaría ver a Keaton dando su discurso. Y por fin Julianne Moore dará el suyo.
Pienso que la mejor actuación de todas fue de Emma.
Sus pocos minutos en pantalla bastaron para convencerme, pero ella no será premiada...
Por primera vez en mucho tiempo, mis favoritas son las favoritas de todos, o casi todos. Pienso que se debe a que me identifico mucho con las tres. Nadie que vea Boyhood puede quedar ileso. Todos pasamos por algo que se diga, haga o muestre en esa película. Todos fuimos niños, adolescentes, jóvenes... Birdman me impactó porque soy, o fui, cercano al teatro, además, tengo una hija única y como el personaje, pienso que no he estado con ella todo el tiempo que debía... El Gran Hotel Budapest me recordó que las mejores personas son aquellas que no cambian a pesar de las circunstancias. Los que son, no pueden no ser.
Este es mi comentario.
Paz.
1 comentario:
solo vi Boyhood y amo a Linklater, así que haré fuerzas por él... claro que es única, pero no se si solo con eso se puede ganar...
no vi Birdman auqnue dicen que es numero puesto.... y Anderson, bueno, es otro genio...
me gusta que el cine te haya hecho volver por acá...salu2...
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