mayo 14, 2013

¡Yo soy el gato!

Dice Alvy Singer que las relaciones humanas son totalmente irracionales, locas, absurdas...

Como ejemplo, nos ofrece un chiste donde un tipo se queja con su psiquiatra porque su hermano se cree gallina, pero cuando el doctor sugiere internarlo en el manicomio, éste se niega, pues necesita los huevos.

En otra cierta mala traducción (al estilo bíblico) dice que el hermano se cree bombillo y no lo mete en el manicomio pues necesita la luz.

Necesidades.

Es difícil explicar exactamente en qué se basa una relación, pero, si seguimos el método de las necesidades, se vuelve menos complicado. Un quid pro quo.

No faltará quien hable-predique de ese algo más que nadie más que él, o ella, puede ver en una relación, pero ese es otro método, ¿ya?

Relaciones humanas... ¡hay de todo!

Las peores, para el análisis, son las relaciones amorosas, las de pareja, pues. Y es precisamente a esas a las que el maestro Singer se refiere.

Nuevamente: necesidades.

Complementos, dicen.

No quiero profundizar. Yo no soy experto en relaciones amorosas. Las experiencias ajenas no me sirven. Los manuales ajenos tienen a estar cargados de una visión egoísta. Además, mis mentores, en su mayoría, son seres ficticios, y algunos, seres muy cuestionados por cierta parte de la humanidad (Dios, por ejemplo). Sin embargo, deseo dejar manifiesto que el egoísmo, voluntario e involuntario, es culpable de la mucha mierda que hay en las relaciones amorosas.

¡Mierda!, sí.

Tu mierda, mi mierda, nuestra mierda, vuestra mierda, etc...

Todos cagamos, y todos la cagamos. Todos.

Se discute por egoísmo. Se divide por egoísmo. Se ataca por egoísmo. El que pide, es egoísta, tanto como el que da. Porque ceder es egoísmo cuando se busca reconocimiento. Porque ceder es una herramienta de venganza también.

Egoísmo.

Y pasa como en ese chiste donde una madre reprende a sus dos hijas porque se la pasan discutiendo todo el día, diciéndoles: ¡Basta ya de peleas! ¡Parecen perro y gato!, y, luego de un silencio, una de sus hija dice ¡pero yo soy el gato! a lo que la otra responde ¡No! ¡Yo soy el gato!...

¡Yo soy el gato...!
Y después de esa imagen se debe entender lo de la mierda.





1 comentario:

JLO dijo...

a mi lo que en verdad me preocupa de las relaciones en general, es que toda pelea tiene como base la plata... mas que el egoísmo diría...

y nos lleva a esa conveniencia que nombrabas mas arriba... salu2...