Escribir por escribir

Hace tres horas vi el final de la saga Crepúsculo, Amanercer 2, y pienso que es lo mejor que pudo ocurrir, y no me refiero a que la película sea lo mejor, sino que lo mejor es que termine ya ese experimento extraño de hacer simpáticos a los vampiros (como si no lo fueran) a fuerza de volverlos "vegetarianos" o afeminados.

Mas no estoy digitando palabras para criticar la saga. Baste el comentario en el primer párrafo de este post. Estoy digitando palabras para romper de alguna forma el silencio del sitio, si es que se le puede llamar silencio a la falta de actualización.

Estoy consciente que escribir aquí es como hablar al espejo, pero poco me importa si una, dos o mil personas leen lo que escribo. Lo que que no quiere decir que no sienta una estima por quienes manifiestan interés en mis post. Y es raro ese tipo de estima, porque a algunos ni los conozco personalmente, pero existe esa estima. Existe esa conexión a través del sitio que es difícil de explicar.

Cuando digo que poco me importa me refiero a que no busco hacerme famoso ni presentar mis credenciales en el mundo para que mis pensamientos sean tomados en cuenta como si fueran la última palabra a escuchar. No pretendo hacer cambiar la mente de nadie respecto a nada.  Este es un espacio confuso aun para mi.

Alguien me dijo cierta vez que, lo quiera o no, tengo auditorio, y no sé a qué se refería exactamente. ¿Seguidores? No lo creo. ¿Lectores? Pocos. ¿Auditorio...?

Si uno quiere que lo lean, pues, paga un espacio en un periódico. O, con suerte, consigue alguna amistad en la redacción y logra que le publiquen algún artículo de opinión. Hoy, dos conocidos tuvieron esa suerte en un periódico local. El de mayor circulación, por cierto. Sé que no pagaron por la publicación, pero sé también que se pudo haber publicado otra cosa. Algo con más... más... ¿sentido?  Quizá por eso cada vez leo menos la prensa nacional. Quizá...

Si tuviera un amigo en un periódico, seguramente un día me publicarían alguna de mis bitácoras oníricas.  Como las recientes. Escribiría que desde el viernes tengo sueños donde hay un muerto involucrado. Que en el primero Freddie Mercury tiene una plática extraña conmigo donde me invita a caminar con él. Que en el segundo encuentro una paloma y un perro muerto en una habitación de mi casa. Que no soy superticioso, pero que se me han cumplido tantos sueños que... 

Escribiría, para defenderme de quienes me llamen loco, que el abuelo de Ciro soño que su hija orinaba e inundaba Media, Persia, Babilonia, Canaán, y sus orines tocaban el Mediterraneo, y ya todos sabemos cómo acabo el asunto. Y así.

Pero no tengo amigos en ningún periódico. Primero, porque tengo pocos amigos. Cuesta encontrarlos. Y segundo, porque soy mal adulador.

Pero no es el propósito del post hablar de artículos ajenos o periódicos locales.

Ni siquiera intento dar opinión sobre el reciente reconocimiento de Palestina como estado observador no miembro de la ONU. Un hecho que tengo bien documentado y que esperaba que sucediera así, mas no comparto la decisión. No puedo decir que amo a los palestinos, como no puedo decir que amo a los judíos (a penas amo unas cuantas personas), pero les deseo paz. Eso sí, la tierra de Israel, mal llamada Palestina por los romanos, pertenece a los israelitas (no es lo mismo que israelís), ahora conocidos como judíos.

Por cierto, mientras escribo esto, Los Simpson aparecen en mi televisor... cada vez con menos ideas... pero tampoco es el propósito del post criticarlos.

El propósito del post simplemente es romper ¿el silencio? O actualizar, y que quede constancia de que sigo aquí, por aquí, en este lado.

O simplemente es escribir por escribir.

Paz.