Desde niño he tenido dificultad en definir mi verdadera vocación, o, como decía mi abuela, mi oficio.
Nunca tuve una idea clara de qué deseaba llegar a ser en la vida. Todavía no lo tengo claro.
Por eso admiro tanto la seguridad de Oliverio de defender su oficio:
Poeta, es un oficio que me gusta pero, ¿Qué oficio es ser poeta? ¿Quién en este país vive de escribir o enseñar poesía? ¿Dónde han visto un clasificado que diga: se busca poeta?
Ni modo.
Por si alguien abre una vacante para ese oficio, les dejo parte de mis textos en este link, para su consideración: http://porelmomentonada.blogspot.com/
1 comentario:
Lo mejor sobre el oficio de poetador lo ha dicho mi mamá, y en rima consonante: "los poetas/se quedan en chancletas"
Aunque ahora que lo pienso, quizá ese sea el riesgo menor y más aburrido de dicha profesión. Cuánto más interesante me resulta la sífilis, la cirrosis hepática, el exilio, y la muerte por decreto ejecutivo.
Valga decir que nos van quedando muy pocas muertes dignas. Y ni hablar de las vidas.
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