... pero antes que termine octubre.
Los meses se escriben con minúsculas, me decía don Edd, un corrector que trabajó conmigo hace unos años y de quien aprendí muchas cosas, entre ellas, a leer con comas y puntos. La única licencia para escribir un mes con mayúsculas, y que no sea después de un punto o al inicio de una oración, es cuando se trata de una fecha particular, como Septiembre Negro, y aquí es cuando usted se va a googlear la expresión.
Para mi hay dos semanas mayores en el año, y ninguna tiene que ver con celebraciones religiosas. Anteriormente mencioné por qué agosto es particularmente importante para mi, pero no es en ese mes una de mis semanas mayores, sino en mayo y la otra en septiembre.
Curiosamente, en mayo, cumple años mi madre, mi hermana, mi hermano más pequeño, tres primos y una amiga. Además, se celebra el día de las madres por lo que se incluye a mi madre (otra vez), abuela (antes dos), esposa, suegra y me imagino que cuando mi hermana y mi hija tengas sus hijos, pues, se añadirán a la lista. Y así.
En septiembre es similar, pues mi padre, mi hermano, mi esposa y uno de mis mejores amigos cumplen años ese mes, en este orden: 24, 25, 26 y 29.
Escribir en octubre sobre septiembre es raro, pero a veces pasa que las palabras se toman vacaciones o quieren decir cosas que la mente no aprueba, y en ese proceso de ponerse de acuerdo los días se van.
Y así llegó octubre...
Ya acabó Tishrei, mes hebreo que comprende septiembre y octubre, por lo que me he pasado de todo. Pero el mundo no espera y sigue su marcha y el próximo año habrá un septiembre, un octubre y un Tishrei, por lo que espero tener sometidas algunas ideas y expresarlas por aquí.
De octubre, que se va, solo puedo decir que tengo un recuerdo triste, una perdida, pero no diré más de eso porque tampoco estoy a tiempo.
Nos vemos en noviembre.
1 comentario:
Seguramente la vida a veces implican rezagos, y eso de estar en un tiempo cuando debemos estar en el que ya pasó.
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