noviembre 10, 2011

SLEEPING BEAUTY: Una película sobre extraños placeres.


Sleeping Beauty no es una película sencilla, ni complicada. Es una película fría, potente, diferente, pero no es mucho de lo que se cree.

Es una película sin música. No por escases de presupuesto ni porque olvidaron anexar la banda sonora al film, no. Es intencional. Quizá Julia, la directora y autora del libro en el que se basa la película, piensa que, como cuando se lee, el espectador no debe ser condicionado por nada más que su propia interpretación de lo que ve. La vida real no tiene música tampoco. Cuando lloramos no suena una melodía triste, ni cuando estamos alegres suena música de los Looney Tunes.  Así, sin música, la película queda expuesta como un documental, mas no es tratada como tal, ni como un drama... la única escena con música coincide con un momento onírico, irreal...

Tampoco hay trama, pues se evaden las líneas clásicas de éste. Sin embargo, hay argumento, una situación expuesta que no busca ni justificarse ni condenarse. La narración cinematográfica planeada por la directora e interpretada en el montaje nos revela la historia de Lucy,  una joven universitaria que realiza todo tipo de oficios para pagar la universidad y la renta, y que se presta a satisfacer deseos de viejos adinerados, permitiendo que la duerman en una habitación, sumisa a hombres que pagan por ello. Y aunque lo hace voluntariamente, es esclavizada al no saber qué pasa con su cuerpo mientras duerme.  Los por qué están solo al alcance de quien interpreta.



Hay en el film espacio para el discurso, quizá en la escena menos esperada, o la más esperada, según el caso. Un discurso que bien puede ser, o no, la clave de todo.

A la opera prima de Julia Leigh la salva su seriedad.

Emily Browning cumple en escena interpretando a Lucy, aun cuando su actuación no parece ser tal cosa.  Cumple físicamente: piel blanca pálida, cuerpo de apariencia núbil y rostro que engaña por su aparente inocencia.  Cumple porque se deja ver en la cámara sin engaño, sin exageración ni sobreactuación. Cumple porque no intenta convencer de nada. Cumple involucrando hasta la piel.

Su línea "Mi vagina no es un templo" es potente, aunque la frialdad con que ésta lo transmite pareciera que no es tal cosa sino algo sin importancia. Y he alli la clave de su interpretación.


Emily arriesga mucho al convertirse (como mencioné en el post donde prometí este comentario) en el señuelo a esta película que quizás con otra actriz hubiera pasado en el anonimato, sin pena ni gloria, pero tal vez la dirección hubiera sido más arriesgada (más) en algunos aspectos... nunca se sabe.  Su profesionalismo es evidente en escenas donde, más allá de actuar, se somete a la dirección hasta lo físico (escenas con endoscopio incluido).

Emily es todo. No hay desperdicio en verla, nunca.


Cinematograficamente, poco.  La cámara fija en algunas escenas, quizás las más importantes, como las de la habitación donde Lucy es puesta a dormir, le dan un toque teatral a la película. Sin olvidar esa cierta pretensión levemente disimulada de que en algunos tramos la película parezca que está documentando algo, sin llegar al uso de la cámara en mano, propio del documental. Una fotografía bien cuidada, y un montaje decente que creo no resulto fácil, a pesar de lo aparentemente sencillo del metraje. Interpretar películas sin argumento en la mesa de montaje no es fácil.

Un guión ligero, pero agudo y duro.
Los desnudos bien cuidados, como el maquillaje y el vestuario que solo falla en una ocasión, a mi gusto.

Algunos planos alcanzan la metáfora.


Más allá de lo mencionado no se trata ni de una revelación ni de una obra maestra. Solo una película con un tema bastante provocador que tiene como señuelo a la hermosa chica de labios carnosos, piel blanca y ojos inocentes.

Los que esperan erotismo abstenganse de verla.

Sleeping Beauty bien vale tres estrellas. No más.


2 comentarios:

JLO dijo...

muy buena critica....

abrazo sr, despues de tanto tiempo...

Cuando el arte ataque

Rita Cibrián dijo...

He leído otras críticas al respecto y la tuya me parece muy atinada. Me gustó mucho y ve ambas partes y un punto de vista objetivo sin clavarse en algo. Gracias por compartir!