diciembre 22, 2011

La historia de una foto rota


No voy a extenderme. La foto rota es muy importante para mi.  Es el retrato de mi madre cuando tenía a penas quince años. La guardaba ella, a pesar que detrás tiene escrita una dedicatoria a uno de sus tíos, el más querido.  Luego, la guardaba yo, o la guardo.

Esta no estaba donde están todas las fotos.  Estaba guardada, protegida.

Al morir mi abuela (hace cinco años), decidí guardarla en la habitación que dejo vacía porque, por motivos sentimentales, nadie entraba allí con frecuencia.  Con el tiempo, ese sentimiento de dolor al entrar en esa habitación cesó y se ocupó la habitación para guardar algunas cosas.  Sí, una especie de bodega no oficial.  Se guardaban sobre todo recuerdos.  Y allí estaba MI foto.

Sí, MI foto.

La historia dirá que mi hija, de unos tres años en ese entonces, entró en esa habitación un día que quedó al cuidado de una amiga de mi esposa y en un descuido saco unos papeles y cosas para jugar con ellos... entre esas cosas estaba la foto de mi madre, MI foto.

Lo que ven arriba es el resultado de lo que pasó.

No grité, por fuera.  Grité por dentro. No soy un tipo de lágrimas, pero lloré, como casi siempre, por dentro.  No porque no pudiera repararla de alguna forma, pues a lo que me dedico me permite hacerlo, sino porque ERA/ES un tesoro para mi.  Allí está mi madre a una edad en la que a pesar de lo que se noté en la foto a penas y recibía cariño... allí está mi madre, sin saber (no sé) que tres años después estaría en un hospital nacional dando a luz (por cesárea) a su primogénito que le ha causado muchas lágrimas tantas veces, consciente e inconscientemente... allí está mi madre, la niña, la que tenía poco tiempo para soñar, la que poco habla justo de su infancia.  Mi madre.

Me tomé mi tiempo para restaurarla.  Por algo muchos conocidos (y clientes) dicen que hago magia, aunque no creo que sea para tanto. La tuve guardada por allí esperando...

Y bueno, sí, me extendí, pero créame, estimado lector-curioso-stalker, no he escrito todo lo que se debe... y me animé a hacerlo porque acabo de contarle la historia a alguien y le mostré cómo quedó la foto ampliada.


Como siempre digo: detrás de toda foto hay una historia. La historia de la foto rota y la ampliada es esta.  La historia de la original no sé.  Mi madre habla poco de su pasado, quizá porque no es una persona sentimental sino más bien práctica (gracias a Dios por ese gen) o simplemente porque no le gusta.

La composición de la última foto me recuerda a otra foto y su historia, solo que en ese caso las manos que aparecen en la foto sostienen un bebé, pero esa la contaré otro día si quien posee esa foto me la presta para escanearla.  Entonces se entenderá eso de la composición.

Ya en este blog se habló de restaurar otra foto, pero eso también es para otro post.  Mientras llega, pueden dar click aquí y ver la imágen digital restaurada y de paso visitar mi tumblr.

No pregunte si lloré escribiendo esto.  Asúmalo.

Paz.

2 comentarios:

Folósofo dijo...

Se nota que verdaderamente haces magia, bien por la foto mi estimado..
Saludos

W dijo...

Recuerdo esa historía cuando lo comentaste en el "chat", también la ví cuando casi estaba restaurada ...te ha quedado perfecta man!