septiembre 23, 2008

Olympia, del poder de la imágen y el cine prohibido



Después de algunos días de silencio o de vacío, he decidido publicar este post que, como muchos otros, ha estado esperando en la fila de los borradores un momento ¿oportuno? para ser expuestos. Y, como en todos los casos anteriores, ha existido un detonante para ello.


Originalmente, pensé escribirlo justo un día después de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando todos los medios decían que era la mejor inauguración de Juegos Olímpicos, jamás vistas. No niego que fue algo asombroso, hasta le dediqué un post pero, en decir que ha sido la mejor, no estoy totalmente de acuerdo. Me abstuve en ese entonces a las comparaciones. Los chinos merecían reconocimiento también.


No fue sino hasta hace un par de días que, leyendo una columna de un periódico, renació la idea de terminar este post (ya muy diferente a como lo inicié) y todo gracias a unas desproporcionadas y desubicadas palabras de un periodista que, haciendo una mención de las peores películas de 2008 y refiriéndose especialmente a Disaster Movie y sus realizadores Jason Friedberg y Aaron Seltzer dijo que eran, probablemente, el dúo más patética y desastroso desde Hitler y Riefenstahl.


No, no se refería a Lenin, sino a Leni Riefenstahl, la cineasta alemana, cuyo arte y talento fue perseguido y casi exterminado después de la II Guerra Mundial.


Asumo que, a pesar del comentario (fuera de lugar para mi gusto), este periodista conoce bien el trabajo de Leni, a tal grado de conocer su nombre y tenerlo en mente y que el comentario tiene que ver más con una postura político-moral que con cinematografía porque, si comparamos, el trabajo de esos dos realizadores (en especial en esa película) no se compara al arte de Leni, ni en un ápice.



Leni Riefenstahl (Helene Bertar Amalie Riefenstahl) nació en Berlín el 22 de agosto de 1902. Tras una breve carrera como bailarina protagonizó como actriz las películas de montaña de Arnold Fanck, aficionándose al alpinismo, para pasar, posteriormente, a la dirección cinematográfica, estrenándose en 1932 con La luz azul (Das Blaue Licht ) que, tras ser premiada en el Festival de Venecia, la lanzó a la fama internacional.


Su fama, o descredito, se la debe a su cercanía a Hitler, quien sería el patrocinador de su obra, y su supuesta vinculación al Partido Nazi. Hechos que, hasta el día de hoy, dan a su obra una aura de malefica y facista.


Y, bueno, dime con quién andas y...


Su relación con el nazismo marcosu arte.  Existen dos versiones de cómo se ataron estos dos nombres en la historia, tanto de la civilización como de la cinematografía.  Algunas fuentes dicen que fue ella quien, después de escuchar a Adolfo Hitler en un mitín, le ofreció su talento y colaboración.
Otras reseñas de su vida, relatan que, luego de ver la película La luz azul, Hiltler quedo asombrado con la capacidad y talento cinematográfico de Leni y le ofreció filmar la concentración del Partido Nazi en el Campo Zeppelin de Nuremberg en 1933.


Sea cual sea la versión correcta, de allí surgieron los documentales que, sin dar lugar a dudas, la llevarían a lo más alto del arte cinematográfico y luego serían la causa de su persecusión.


Tan perfectamente filmados, tan perfectamente facistas.


Leni filmo cuatro documentales para el regimen nazi. Tres de ellos se conocen como La Trilogía de Nuremberg:

  • Der Sieg des Glaubens (Victoria de Fe, 1933)
  • Triumph des Willens (El triunfo de la voluntad, 1934)
  • Unsere Wehrmacht (Día de Libertad: Nuestras Fuerzas Armadas, 1935)

La Trilogía de Nuremberg de Riefenstahl es considerado uno de los documentales político-propagandísticos más efectivos jamás filmados, muy por encima del resto en cuanto a técnica cinematográfica se refiere.


El cuarto documental, es la razón por la que, a pesar de los mitos y verdades de su relación con el partido nazi y su líder (se llegó a decir que fue amante de Hitler, algo que desmintió) aún se le considera una de las mejores cineastas de todos los tiempos.


Razón por la que este servidor se arriesga con este post.



Mientras veía la clausura de los JJ.OO Beijing 2008 pensaba que alguien debería pasar imagenes de Olympia, el documental de los JJ.OO Berlin 1936, y esto (inauguración y clausura de Beijing 2008) se queda cortito.

Yo me topé con parte de este documental hace diez años. Mi total desconocimiento y curiosidad me llevo a hacer un listado de los mejores directores de todos los tiempos y su obra, listado que luego me dediqué a buscar en bibliotecas (en lugar de mis libros de administración, contabilidad, economía y otras brujerías). Entre nombres como: Orson Welles, John Ford, Igmar Bergman, Luis Buñuel, Charles Chaplin, Fritz Lang, Billy Wilder, Federico Fellini... también estaba un tal Leni Riefenstahl. Si, le confundí con un hombre. Me pareció extraño que, su producción cinematografica fuera tan poca y que, en la mayoría de libros y sitios, se nombrara un documental como obra de arte. Claro, tenía que verlo con mis propios ojos.




Descubrí, entonces, que el tal Leni era mujer, y nazi.


Conseguí unos cortos del documental y quede impresionado. Hasta el día de ahora no he visto el documental en su totalidad, en parte porque es casi imposible encontrar la versión original y completa.


Sigo en la busqueda.


Fue la propia Riefenstahl, según algunas reseñas, quien propuso a la UFA el proyecto de filmar los Juegos Olímpicos, pero como nunca los juegos olimpicos habían sido objeto de un largometraje ésta se mostró dubitativa ante su propia propuesta. En 1932 se habían celebrado en Los Angeles, Estados Unidos, pero Hollywood los había ignorado, siendo objeto tan sólo de los noticiarios. La cineasta comenzó a negociar con el COI y pareció buscar la independencia respecto al patrocinio oficial de la Alemania nazi, pero finalmente contaría con todos los medios gubernamentales puestos a su alcance, con un presupuesto prácticamente ilimitado y el respaldo del Tercer Reich.

Olympia, el megadocumental, de más de cuatro horas de duración y dividido en dos partes (Parte I, Festival de las Naciones y Parte II, Festival de la belleza), en la que filmó los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, conocidos como las Olimpiadas de Hitler, se convirtió sin excusas en un verdadero hito cinematográfico ya que nunca antes se habían filmado unos JJ.OO.



La obra de Leni (sobre todo sus cuatro documentales) revolucionó la técnica cinematografica conocida hasta ese momento y fue una gran influencia en muchos directores, aunque estos nunca lo admitieron publicamente.  Basta revisar todas las película (ficción, documental, propaganda) hechas hasta entonces para abrir los ojos. Claro, ser objetivos cuando se trata de nazis cuesta mucho.


Pesa en este film esa controversia de ser también un trabajo propagandístico a favor del régimen nazi, debido a su alto contenido político. Aunque, cabe destacar los avances técnicos y de producción utilizados por Riefenstahl en estos trabajos, siendo pionera en la utilización de medios y formas de rodaje y post produción muy recurrentes hoy día en las producciones audiovisuales, pero indudablemente innovadoras en la época.


Visualmente la película aún es colosal e invensible.


¿Era Leni Riefenstahl una nazi involuntaria?





En el documental-entrevista sobre Riefenstahl de Ray Müller (Die Macht der Bilder: Leni Riefenstahl, 1993; El poder de la imagen) la cineasta, una vital y activa anciana de 90 años, se presenta a sí misma como una revolucionaria innovadora de la técnica cinematográfica, completamente ignorante de la política, que sólo cumplia los encargos del partido y gobierno nazi, sin haberse comprometido con el movimiento.


Paralelo ha sus propias declaraciones, siempre existieron relatos que, hasta el día de ahora, no dejan de colocarla entre los artistas malditos: El telegrama de felicitación que envió a Hitler tras la conquista de París o el uso de gitanos de un campo de concentración para que realizaran el papel de los degenerados campesinos de Tiefland, junto a las declaraciones de los diarios de Goebbels, hacen muy difícil pensar que la cineasta no estaba comprometida con el nazismo.


No voy a defender aquí su pasado. Su obra, Olympia, en especifico, me interesa. Y este post busca enmarcar el único documental filmado sobre unos Juego Olimpicos que es considerado una verdadera obra maestra, aunque cueste, por motivo que nada tienen que ver con el cine.


Leni, después que le arrebataron todos sus bienes y fue eximida de culpa, hizo todo lo posible por recuperar las cinta originales de su trabajo. Su versión. No lo logro. Ni siquiera esta que tenía menos de nazi se salvó de censura y ediciones sin escrupulos.


Inevitablemente, el nombre de Leni Riefenstahl, y su obra, estará atado al de Hitler, como el Volkswagen y el Shoá judío. Triste, pero cierto. 




2 comentarios:

Anónimo dijo...

hmm, en este caso, no tengo mucho qe decir.
El experto en tecnicas cinemtograficas, hasta donde conoce sos vos.
Yo tuve la oportunidad de verlo cuando estaba en bachilerato...no me dormi esa ves, simplemente no le puse atencion.
creo que ese documental es para que lo vean personas con tus mismos gustos por el cine arte, que sepan valorar las tecnicas que describes.
Y como tenes algo de suerte, creo que puedo mostrarte los documentales completos, la verdad no se, si es la version censurada o la original, eso lo vas a saber vos.

W.

Libelula dijo...

Hola..
te kise poner un comentario en tu blog de de "por el momento nada", pero no pude..
m gusto mux
exitos ,
t sigo visitando
bye by